Cristóbal Moreno, jefe de carrera de Tecnólogo en Diseño Industrial, habla sobre los avances y proyectos de la carrera

El académico de la Facultad Tecnológica, recientemente elegido como académico destacado del Departamento de Tecnologías de Gestión, y actual jefe de carrera de Tecnología en Diseño Industrial, comenta sobre su motivación por el diseño, proyectos profesionales e intereses personales.

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Para Cristóbal Moreno (31) el diseño siempre formó parte de sus intereses personales. Nacido en una pequeña familia ligada a la arquitecta, él y su hermano vieron desde niños crecer su interés por esta área. Como señala al recordar su enseñanza media en el Colegio San Ignacio de Alonso de Ovalle, cuenta que dentro de los electivos que se impartían en su establecimiento, uno de ellos se llamaba “Diseño y Arquitectura”, asignatura que dictaba, recuerda, un profesor español que era diseñador y que por aquellos tiempos sería una de las motivaciones en su incipiente interés por el diseño.

El académico cuenta que inicialmente, al venir de una familia de arquitectos, también tenía pensado estudiar arquitectura, hasta que, considerando el consejo de sus propios familiares, decidió entrar a estudiar Diseño Industrial en la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM).

“Mi mamá es artífice de ornamentación pública, es artista, restaura iglesias. Entonces venimos de una familia relacionada a las líneas más artísticas. Ambos, mi hermano y yo, sacamos un poco de esa faceta, él es Diseñador Gráfico de la Universidad Chile”. Y agrega respecto a su elección por la carrera “muchos de los arquitectos que había en mi familia me aconsejaron Diseño Industrial, por ser más flexible y versátil, por el desarrollo de proyectos y productos, y me decidí a ingresar la UTEM”, comenta.

Cuenta que eligió la Universidad Tecnológica Metropolitana puesto que es la escuela de diseño más antigua de Chile, y que durante su paso por la Universidad destacó por su buen rendimiento académico. Esto lo llevaría más tarde a postular y ganarse una beca para viajar y trabajar en España durante un año y medio en la empresa Emergencia 2000, que se dedica al desarrollo de vehículos de emergencia.

“Ahí trabajé durante año y medio desarrollando proyectos, y distintos productos. De hecho, estando ahí mismo estudié una especialización en el desarrollo de piezas plásticas en polímeros, y llegué a ser jefe de producción de la empresa”, señala. Al cabo del año y medio decide regresar a Chile, y comienza a relacionarse más directamente con la docencia y el desarrollo de proyectos personales.

Comienza a dictar clases en la UTEM el año 2010, mientras paralelamente sigue desarrollando proyectos personales, como el diseño de las vallas de la Ciclo Recreo Vía. Trabajó en distintas empresas, hasta que decidió formar su propia consultora con un ex profesor de su Universidad.

“Con mi colega, que era profesor mío en la Universidad, y que luego se da la paradoja que nos encontramos aquí, desarrollamos muchos proyectos juntos: locales comerciales, trabajamos para Falabella, hicimos joyerías en el Barrio Lastarria, incluso no tanto de diseño industrial, sino también diseño de ambientes. De esa forma fuimos gestando mucho la profesión, y cómo él también hacia clases lo vinculamos a la docencia”, cuenta.

Ya a principios del año 2011 comenzaría a dictar clases como profesor por hora en la carrera de Tecnólogo en Diseño Industrial en la Facultad Tecnológica, al mismo tiempo que impartía clases en la Universidad Mayor, Instituto Profesional de Chile y la Universidad Tecnológica Metropolitana. Como menciona, tanto fue su gusto por la docencia que optó por realizar un Magíster en Pedagogía Universitaria en la Universidad Mayor, y que en base a esa línea se dedicaría a todo lo que es la investigación en nuevas tecnologías en la educación, ligado al diseño, comunicación visual y la ergonomía cognitiva.

A más de 6 años de su ingreso a la Facultad Tecnológica como profesor por hora, hoy es académico de jornada completa y jefe de carrera de Tecnología en Diseño Industrial, además de coordinador académico de la Licenciatura en Diseño Industrial, que desde este segundo semestre se imparte por primera vez en la carrera.

Compromiso con la carrera

La licenciatura en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos comenzó a impartirse por primera vez este año, y ya cuenta con 16 estudiantes que actualmente están realizando la prosecución de estudios del Tecnólogo, la cual les permite optar al grado de Licenciado en Diseño Industrial, y título profesional de Diseñador o Diseñadora Industrial.

Respecto a este importante logro para la carrera, Moreno menciona que cree han superado las expectativas de lo esperado, destacando la calidad y lo novedoso del programa. “Es un programa sumamente interesante y que además no tiene competencia, puesto que antiguamente la Universidad Mayor tenía un programa de licenciatura, el cual ya no existe. Por lo tanto esta Licenciatura es la única que otorga a institutos profesionales y tecnólogos el camino para sacar el grado de licenciado y título profesional de Diseñador Industrial, con lo cual nos ha ido muy bien”, destaca.

En cuanto los proyectos que desarrolla la carrera y el trabajo en conjunto a los mismos estudiantes del programa, menciona que han querido darle un rol protagónico a la vinculación con el medio, a través de distintas actividades, como la Expo TDI, la realización de charlas con importantes exponentes del área, participación en la Bienal del Diseño, colaboración con empresas del rubro productivo, y organizaciones de índole social, como el Centro de Estudios de Trastornos del Movimiento Humano (CETRAM), o la Teletón. En todas estas actividades, el académico Cristóbal Moreno destaca la presencia y participación de los estudiantes como actores claves en esta vinculación.

Relación con la Facultad Tecnológica

Respecto a cómo ha sido su experiencia de trabajar en la Facultad Tecnológica durante estos años, menciona que el salto de profesor por hora a académico jornada completa es un cambio fuerte, debido a todo el tiempo que requiere dedicarse de lleno a la carrera y la Facultad. A pesar de esto, comenta que su experiencia en la Facultad ha sido muy buena, al mismo tiempo que desafiante.

“Ha sido bastante grato, creo que es un muy buen ambiente, trabajar acá es muy interesante y desafiante a la vez, porque se tiene la libertad de no sólo dedicarse a la docencia propiamente tal, y a la parte administrativa de la carrera, sino que también a la investigación y el desarrollo de proyectos, que puede ser un foco importante para el desarrollo, tanto de la propia disciplina, como de la Facultad y la Universidad”, destaca.

Por Estefanía Ibaceta González