Entrevista a Elisa Díaz, secretaria del Vicedecanato de Docencia de la Facultad: “La Facultad es como una segunda casa, como una familia”

Este 2017 cumplió 30 años trabajando en la Facultad Tecnológica, y hoy cuenta cómo ha sido dedicar estos años a la Facultad y su familia.

Elisa Díaz es secretaria del Vicedecanato de Docencia de la Facultad Tecnológica e integrante de la Facultad Tecnológica desde hace 30 años. Toda una vida en la cual ha aprendido y compartido en esta Unidad, como menciona, su segunda familia.

Oriunda de Tomé, nació y se crió junto a sus otros cuatro hermanos, todos al cuidado de sus padres, quienes trabajaban en la fábrica. Respecto a su infancia, menciona que durante su enseñanza básica estudió en la Escuela 47 de Tomé junto a sus hermanos. Cuenta, sonriendo, que el colegio quedaba frente a su casa.

“La escuela estaba al frente de mi casa. Nosotros salíamos de la casa y estaba el colegio, entonces poco menos que desde la reja del colegio le gritábamos a mi mamá “¡mamá, mamá!” para que nos llevara colaciones o cualquier cosa que se nos hubiera quedado”, señala.

Continuó sus estudios en Secretariado en el Liceo Comercial de Tomé, sobre el cual cuenta que si bien no quedaba tan cerca de su casa y todo el recorrido debía hacerse a pie (cerca de 15 cuadras) porque no existían micros ni colectivos, “era entretenido porque nos pasábamos a buscar con otros compañeros y nos íbamos todos caminando. Nos entreteníamos harto”, menciona.

Terminada la enseñanza media, fue su madre quien le convenció de estudiar un año más en un instituto profesional para especializarse en secretariado. Así, decide viajar a Concepción a estudiar durante un año, yendo y volviendo de su natal Tomé.

Casada y con dos hijas; Camila y Constanza, declara que vive una vida feliz junto a su familia, y su nieta, Ignacia, de ocho meses.

Conoció a su marido, Hernán Concha, en su infancia en Tomé cuando estudiaba su enseñanza básica y media, con quien volvería a reencontrarse 12 años después. Al día de hoy ya son 29 años de casados.

“Muy feliz de todos estos años. Ahora que soy abuela aún más, es lindo, como tener otro hijo. Mamá abuela en el fondo, porque igual apoyas a tu hija siendo mamá”, comenta.

Facultad Tecnológica

Comienza a trabajar en la Facultad Tecnológica en 1986 a honorarios, luego de decidir viajar a Santiago a los 24 años, en busca de trabajo. Cuenta que comenzó a trabajar en la antigua Escuela Tecnológica ubicada en Recoleta, y que en 1987 la contratarían definitivamente para desempeñarse como secretaria en Secretaría de Escuela, puesto que ocuparía por 25 años.

“Trabajé durante 25 años en ese puesto. Me encantaba, creía que era lo único que podía hacer, pero pasó el tiempo y se fue yendo la gente con quien había entrado a trabajar ahí, y sentí que necesitaba algo distinto. En ese momento me cambié al Vicedecanato de Docencia, cuando estaba Don Julio González como Vicedecano”, cuenta.

Respecto al cambio que significó cambiar de puesto de trabajo después de todos esos años, señala que ha sido distinto y lindo a la vez, puesto que el trato directo con los estudiantes es una de las cosas que más le gustan del puesto, destacando el valor que significa para ella poder ayudar a otros en sus problemas.

“Es lindo, es como que te rejuvenece. Al final que te vea algún chiquillo y te salude, o se vayan contestos porque les ayudaste a solucionar un problema, es gratificante. Te vas con una sensación hermosa. Ver que tal vez un chico que llega enojado o preocupado y que tú puedes decirle que no es tan difícil, que todo tiene una solución. Eso es reconfortante, me gusta, he sido muy feliz en este puesto”, destaca.

Respecto a cómo ha sido trabajar durante estos 30 años en la Facultad Tecnológica, cuenta con una sonrisa que es su segunda casa. Destaca el buen trato que existe entre estudiantes, académicos y funcionarios, además de resaltar el cariño que siente por aquellos compañeros que define como amigos.

“Tengo compañeras, pero también amigas. Han celebrado conmigo, han estado en momentos importantes de mi vida, como cuando nació mi hija y compañeras mías junto a mi jefe fueron a verme al hospital. También me han acompañado en momentos difíciles. La Facultad es como una segunda casa, como una familia”, comenta.

Finalmente, destaca también todo lo que ha crecido la Facultad desde que comenzó a trabajar en ella “La Facultad ha crecido mucho, las carreras, los planes de estudio, todo. Hemos avanzado de técnicos a tecnólogos, y ya que existan Magísters y un Doctorado, eso es un gran avance como Unidad”, destaca.

Por Estefanía Ibaceta González