Envases: ¿Papel o Plástico? Aspectos técnicos para tomar una decisión informada

Mg. Jaime Espinoza Oyarzún

Depto. de Tecnologías Industriales

Facultad Tecnológica, USACH

Jaime.espinoza@usach.cl

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A partir de la dictación de la Ley N° 21.100 en el 2018[1], que establece la prohibición de otorgar bolsas plásticas, como contenedor de mercaderías, en el comercio establecido se ha mencionado repetidamente, como alternativa o reemplazo a la bolsa plásticas, el uso de bolsas de papel. Obviamente, que sin conocer las características, propiedades y potencialidades de cada material se emiten opiniones, a través de diversos medios, que más que informar suelen producir confusión en la población. 

Ambos materiales se usan para envases de todo tipo, comportándose, en general, en forma eficiente. Pero cómo es posible conocer si uno u otro material sirve como envase para un determinado producto sin que el mismo sufra alteraciones. ¿Es lo mismo un envase plástico o un envase de papel? Muchas personas, aun las que poseen conocimientos en el área de los materiales tal vez, no podrían dar una respuesta certera.

La clave está en conocer la funcionabilidad del producto que se va envasar. Esto significa hacer un análisis de sus características y requerimientos para determinar cuál o cuáles materiales, dentro del grupo de plásticos o del papel servirán para satisfacer los requerimientos del mismo. Se debe conocer si el envase será coloreado o no coloreado y, si es coloreado, cuál será el colorante a usar; si el contenedor es impreso, la tinta de impresión tendrá o no alguna interferencia con el producto a envasar; transparente, translúcido u opaco; resistencia mecánica como la resistencia al rasgado, resistencia al impacto por caída; el peso que puede soportar el envase; temperatura que puede soportar si se transporta un producto en caliente; interrelación  química si se transporta algún alimento, absorción de humedad, porosidad; posibilidad de reciclaje; forma de fabricación, ya sea con adhesivos, por calor o mecánica,  etc. Estas características y otras más determinarán cuál material es apto para un determinado envase. Este análisis de las características y propiedades de un material versus la funcionabilidad es válido para cualquier aplicación o elección de cualquier material.

Un aspecto, tal vez desconocido para muchos, es que tanto el plástico como el papel tienen un origen común, son materiales poliméricos, o sea, de misma naturaleza, son orgánicos; los plásticos, en su mayoría, sintéticos, derivado del petróleo y el papel obtenido de la celulosa, polímero natural, obtenido de diversos vegetales y árboles. El plástico por ser un material sintético posee alto peso molecular, lo cual le confiere excelentes resistencia mecánica, pero también es responsable de una menor velocidad de degradación. La celulosa, en cambio, es de menor peso molecular, menor resistencia mecánica y una mayor velocidad de degradación.

Ambos son materiales de baja densidad por lo cual son livianos. Un envase de plástico puede ser coloreado o incoloro, a diferencia del papel que tiene un color base natural, propio de la celulosa, ya sea blanco cremoso o beige. Se debe analizar cuidadosamente cuando el envase es para alimentos, ya que el colorante o pigmento podría tener algún grado de interferencia con el producto envasado, esta misma consideración se debe hacer cuando el envase es impreso, por el efecto que pudiese tener la tinta de impresión. La resistencia mecánica marca una diferencia sustantiva entre estos dos materiales, el plástico es altamente resistente a la tensión, soporta más peso, resiste el impacto por caída y no se rasga; en cambio el papel se rasga con cierta facilidad, presenta poca resistencia al impacto por caída y es más limitado el peso que soporta. La absorción de agua, característica de la celulosa, también está presente en el papel, no así en el plástico; pero ambos materiales se caracterizan por la porosidad, poroso el papel y menor porosidad el plástico, dependiendo del plástico en particular y del fluido. Conocida es la poca resistencia térmica del plástico, en cambio el papel se comporta mejor, aunque ambos materiales son orgánicos y susceptibles de fallar por el aumento de temperatura. Es posible envasar productos sólidos, sin problema, con ambos materiales, pero cuando se trata de productos líquidos, a temperatura ambiente, el plástico no tiene problemas, en cambio, el papel puede presentar problemas por la absorción de agua, aunque cabe mencionar que se están fabricando envases de papel con un tratamiento especial para líquidos. Mucho del papel que se usa envases es de la variedad Kraft, caracterizado por su color beige, en cambio, el plástico presenta una variedad mayor de materiales para elaborar un envase, siendo los principales el Polietileno, en todas sus densidades, el Polipropileno, el Poliestireno y el PVC. 

Un aspecto de alta connotación hoy día es la contaminación que se puede presentar, ya sea por la producción, uso o eliminación de estos productos. Petróleo y celulosa son sectores industriales de alta contaminación, destacando la celulosa donde se trabaja con productos químicos muy agresivos para el medio ambiente, basta recordar los accidentes en humedales cercanos a plantas celulósicas y los potenciales riesgos que las mismas provocan por su funcionamiento.[2] [3]  La celulosa presenta un alto consumo de energía como asimismo en la fabricación de una bolsa. Se debe considera la huella hídrica de ambos materiales; una comparación entre ambos muestra que 1.000 bolsas de papel necesitan 3.800 litros de agua, igual cantidad de bolsas plásticas necesitan 220 litros[4].  Por otro lado, las plantaciones de pino radiata producen una fuerte erosión en los suelos, fenómeno que debería ir en aumento al producir más papel para satisfacer el consumo.

Ambos materiales, papel y plástico, son reciclables, obteniéndose nuevos productos tan eficientes como los originales aunque el plástico presenta una mayor posibilidad de reutilización.

Un aspecto no menor es el precio. Consultado almaceneros y feriantes, una bolsa de plástico mediana (40 x 20 cm) vale, al menudeo, $ 6, en cambio, una bolsa de papel de iguales dimensiones cuesta $ 50, en el retail la bolsa de papel más barata vale $ 120, lo que es un precio excesivo. Estos son costos que los consumidores han debido pagar ya sea aparte o como un sobreprecio de los mismos productos desde hace un par de años.

Ambos son materiales que están satisfaciendo los requerimientos del público en cuanto a uso general. Cuando se trata de usos más específicos se debe tomar en cuenta la funcionabilidad mencionada que necesariamente debe considerarse para no cometer errores.

Ahora es el público quien tiene la palabra y la acción, pero para ello es absolutamente necesario que al público se le informe certeramente, no con verdades a medias o con opiniones que revelan una falta relevante de conocimientos.

 

El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la posición de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago de Chile.


[1] https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1121380. Consultado el 08 de enero 2021

[2] https://wrm.org.uy/es/articulos-del-boletin-wrm/seccion1/chile-muerte-en-el-humedal-por-contaminacion-de-planta-de-celulosa/. Consultado el 08 de enero 2021

[3] https://www.ceachile.cl/Cruces/Amenazas.htm consultado el 08 de enero 2021

[4] http://www.letstalkplastics.com/es/facts/hablemos-en-serio-sobre-los-plasticos#:~:text=Como%20puedes%20ver%2C%20ambos%20procesos,bolsas%20de%20papel%20(1). Consultado el 21 de enero 2021.