Prolongación eficiente, vanguardista y solidaria de Chile hacia el océano Pacífico

Por Dr. Lucio Cañete Arratia (lucio.canete@usach.cl)

Departamento de Tecnologías Industriales – Académico

Facultad Tecnológica

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Puesto que la humanidad se enfrenta a un Calentamiento Global donde uno de sus efectos será el incremento del nivel de los océanos y el aumento de la agresividad de éstos, numerosos Estados emplazados en islas bajas corren el riesgo de perder parte de su superficie e incluso desaparecer. En efecto, muchos de estos pequeños países no sólo se caracterizan por su reducida altitud, sino además por su bajo PIB per capita, condición que los hace aún más vulnerables al ascenso y violencia del mar gatillados por los cambios climáticos que se aproximan.

Ante tal escenario ciertamente probable a finales del presente siglo, Chile desde ya puede tomar ahora un protagonismo mundial en virtud a su condición oceánica e inserción en la comunidad internacional, ambas cualidades que frecuentemente declara. En efecto, Chile puede proponer a los gobiernos del Pacífico de las Small Island Developing States (SIDS) cierta tecnología para facilitar que estos pequeños estados amortigüen los efectos dañinos del Calentamiento Global y en lo posible potencien aquellos positivos.

Tal problema-oportunidad motiva a formular un proyecto país de inequívocos rasgos geopolíticos que consiste en disponer de tecnología a los SIDS del Pacífico Occidental, para que ellos encaren los efectos del Calentamiento Global. En esta iniciativa el sustantivo tecnología se entiende en su más amplia acepción considerando a la manera en que los seres humanos haciendo uso de los conocimientos científicos, transforman una parte del universo para sus intereses. Por lo tanto, en este ambicioso proyecto no sólo tienen cabidas las tecnologías artefactuales; sino además aquellas conductuales, ampliando así el despliegue de alternativas que Chile puede hacer.

El proyecto para encaminarse al éxito debe vencer dos grandes obstáculos. El primero es que Chile como país no es un oferente importante de tecnología y el segundo es que en el concierto mundial no ha estado a la vanguardia en propuestas geopolíticas.

Pese a la contundencia de este par de obstáculos, el mismo proyecto propicia que ambos sean salvados. En efecto, la historia de la humanidad muestra casos donde algunos países superan una debilidad gracias a la oferta de un bien que ellos en un principio carecen; pero que son capaces de proveer ante una motivación exterior. Así entonces Chile puede transformarse en un productor de tecnología en virtud a un impulso generado a miles de kilómetros de su territorio sudamericano.

En cuanto a ser un segundón en el posicionamiento político a nivel planetario, nuestro país tiene ahora la posibilidad de abandonar esa tradición y actuando de manera eficiente, liderar con su presencia en el Pacífico Occidental gracias a una propuesta concreta y necesaria.

Debido a la complejidad de las tareas del proyecto, se necesitará la participación de diversos sectores de la sociedad chilena. Ante esta premisa, la metodología debe ser inclusiva en el sentido de invitar y aceptar a todos quienes sientan que puedan realizar un aporte intelectual y/o material y se comprometan a ello.

¿Cómo se determinarán la demanda y oferta tecnológica? A través de fuentes secundarias (reportes de organismos internacionales, diagnósticos de los mismos SIDS…) y fuentes primarias se generará una cartografía de riesgos y potencialidades donde se mostrarán tanto los daños y beneficios con sus respectivas probabilidades de ocurrencia que el Calentamiento Global generará en los SIDS del Pacífico Occidental. Luego se examinará en el mercado mundial qué componentes tanto estructurales como funcionales ya sea de manera individual como en conjunto podrían ensamblarse en algún SIDS de tal forma que, considerando los costos de dicho acoplamiento, ellos reduzcan la magnitud del daño y/o su probabilidad de ocurrencia y por el contrario aumenten la magnitud del beneficio y/o su probabilidad de ocurrencia. Todos los ensambles alternativos serán evaluados a través de algún Indicador de Rentabilidad Social, logrando así una jerarquización de ellos.

Puesto que muchos de tales componentes no están en el mercado; es ahí donde radica la participación de Chile porque la generación e introducción de esa tecnología será su valor agregado. Es decir, la riqueza será concebir, diseñar y simular tales acoplamientos y las configuraciones alternativas de tal forma que sean lo suficientemente convincentes para ser consideradas en su evaluación y aquellas que ocupen las más altas jerarquías, sean finalmente las ofrecidas.

Con esta iniciativa, ciertamente rupturista y colaborativa en un contexto internacional, Chile afianzará su prolongación en el océano Pacífico pudiendo gatillar el desarrollo sostenido de una propia industria de manufacturas y servicios con alto valor agregado.

“El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la posición de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago de Chile”.